Think Tank Civismo y la Fundación Rafael del Pino presentaron ayer en Madrid el Índice de Libertad Económica en España 2015, con la intervención profesores que han redactado el informe, Francisco Cabrillo, Rocío Albert y Rogelio Biazzi; el columnista del diario ‘El Mundo’ John Müller, y la presidenta del Partido Popular de Madrid, Esperanza Aguirre.

El Índice ordena las 17 comunidades autónomas según la intensidad de la intervención pública. El ranking, al igual que en la edición anterior (2013), vuelve a ser liderado por Madrid, mientras que Andalucía y Extremadura ocupan los dos últimos puestos desde el 2011. Por lo que respecta a La Rioja, nuestra comunidad autónoma ha descendido del segundo puesto (2013) al tercero, el mismo que ocupaba en el informe correspondiente al año 2011. Los autores concluyen, después de poner en relación la regulación por parte de la Administración y la renta per cápita, que cuanto mayor es la libertad, mayor es la prosperidad. La deuda pública es el indicador -de entre los doce que se han tenido en cuenta- que más preocupación suscita. El endeudamiento ha crecido en todas las regiones. Las autonomías no han reducido su gasto público en la misma proporción en la que han caído sus ingresos. Valencia ha sido la comunidad que más ha incrementado su endeudamiento y Madrid la que menos, a pesar de que sus obligaciones hayan crecido un 3,5% en términos de PIB en los últimos dos años.

Proyecto consolidado

La publicación del Índice de Libertad Económica en España 2015, cuyos responsables son los profesores e investigadores Francisco Cabrillo, Rocío Albert y Rogelio Biazzi, consolida un atractivo proyecto iniciado en el año 2008, cuyo objetivo no es otro que analizar el distinto grado de libertad económica que hay en las regiones españolas y apoyar la tesis de que la libertad económica mejora el crecimiento y el bienestar.

El Índice de Libertad Económica de las autonomías es un instrumento muy útil, no sólo para entender lo que está ocurriendo actualmente en España, sino también para orientar las decisiones de los gobiernos regionales hacia el diseño de políticas eficientes que ayuden a salir de la crisis y a sentar las bases para un crecimiento sólido en el futuro.