La Libertad Económica de España en el mundo
7 de mayo de 2016
Por admin

La edición de este año del Index of Economic Freedom, elaborado por Heritage Foundation y Wall Street Journal, clasifica una vez más a los países según la capacidad que tienen sus ciudadanos para trabajar, producir, consumir e invertir como deseen, y cómo el Estado protege este derecho.

Para la elaboración del índice se estudian distintos indicadores, entre los que destacan el respeto a los derechos de propiedad, el tamaño de las Administraciones Públicas, grado de libertad para comerciar con el extranjero, nivel de corrupción y, por último, los marcos de regulaciones laborales y de los negocios.

Más allá de cualquier afinidad ideológica, el índice de 2016 muestra, un año más, los claros vínculos entre la libertad individual y el progreso económico y social. De manera general, los países con mayor libertad económica tienen una mejor puntuación en los distintos indicadores que se utilizan para medir el bienestar y el progreso. Para obtener estos datos, Heritage Foundation coteja los resultados de los factores antes descritos con otros indicadores, como el PIB per cápita, y otros rankings como el Índice de Progreso Social que elabora Social Progress Imperative, el Índice de desempeño medioambiental de la Universidad de Yale o el Índice de Democracia que publica The Economist.

Mayor bienestar

Los países más libres muestran un mejor comportamiento en aspectos tan importantes como la longevidad, el estado de salud, la seguridad alimentaria, la protección del medio ambiente o el mejor funcionamiento de la democracia. Tomar en consideración el Índice de Heritage no es, por tanto, un mero capricho ideológico de los partidarios del libre mercado. Los países mejor clasificados en el ranking se encuentran entre los más pujantes del mundo.

España aparece clasificada en una mediocre posición 43, muy lejos de los puestos de cabeza, aunque cerca del lugar 35 que ocupa en renta per cápita. Se encuentra a mucha distancia de Estados considerados modelos por nuestra clase política, como los nórdicos. Estos países, presentados por la izquierda radical como ejemplo de las virtudes de un Estado intervencionista, están todos por delante de España en libertad económica. Tanto Dinamarca (12º), como Islandia (20º), Finlandia (24º) Suecia (26º) o Noruega (32º) nos aventajan claramente. No son, por consiguiente, el paraíso socialdemócrata que muchos nos quieren hacer creer, sino que, por el contrario, entienden que la libertad económica es el mejor camino para conseguir crecimientos de la productividad con los que mantener su Estado de bienestar.

Aunque en los últimos tiempos se atisba una ligera mejoría, España lleva años situándose en puestos que están por debajo del 35, pese a que una gran mayoría de los lastres están identificados desde hace tiempo. Tres áreas arrastran a nuestro país a la mediocridad: la fiscal, la laboral y la corrupción.

España tiene una nota especialmente negativa en gasto público. Se clasifica en un catastrófico puesto 153 de los 178 países que están en el ránking. Las Administraciones Públicas gastaron bastante más de lo que ingresaron en el año 2015 y su altísima deuda pública, cercana al 100%, es uno de los problemas más graves de nuestra economía. El sector público gestiona hoy el 44,3% del PIB, una ratio que no ha dejado de aumentar en los últimos años, pese a las políticas de supuesta austeridad. Para Heritage, está claro que España no tiene capacidad para subir los impuestos directos. Por tanto, la solución al déficit pasa por hacer un ajuste en el gasto público y/o subir la imposición indirecta.

Otro de los principales escollos para España es la rigidez del mercado de trabajo. Pese a las mejoras recientes, atribuibles a la reforma laboral, tenemos todavía una tasa de paro muy superior a la de nuestros vecinos europeos. La creación de un millón de puestos de trabajo en los dos últimos años es argumento suficiente para dar otra vuelta tuerca a la reforma laboral. Finalmente, no se debe olvidar el grave problema de corrupción política al que hace frente España. Hoy en día, nuestro país se sitúa a la cola de la UE en lucha contra la corrupción. Sin embargo, Heritage también considera que en los últimos años se ha producido un cambio de mentalidad con respecto a la corrupción y que los españoles son hoy mucho menos tolerantes con ciertas prácticas, como por ejemplo el nepotismo.

Estos resultados a nivel español deben matizarse con el ranking de libertad económica regional en España que publica bianualmente el think tank Civismo. Esta clasificación también muestra que aquellas regiones con mayor libertad económica son las que consiguen más crecimiento económico y bienestar para sus ciudadanos.

La Historia y la Teoría Económica demuestran que una excesiva intervención del Estado en la economía reduce el crecimiento econó- mico, entre otros motivos, porque provoca una grave pérdida de iniciativa empresarial. Así pues, en el ámbito regional también se verifica lo que se observa a nivel mundial: existe una relación clara entre libertad económica de los individuos y el progreso económico y social de los países.

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