Fundación Civismo: España depende demasiado del comercio internacional para la coyuntura actual.
18 de julio de 2020

Según el último informe de la Fundación Civismo, la economía española vería fuertemente afectado su crecimiento debido a la alta dependencia que tiene con el comercio exterior. El impacto de la COVID-19 ha provocado que las principales cadenas de suministro en todo el planeta se hayan visto bloqueadas. No solo ha habido una paralización en la producción, sino de toda la actividad exportadora, ya que una de las principales medidas adoptadas por los países consiste en el cierre fronterizo y la suspensión de la entrada de mercancías, salvo material sanitario.

Más del 60 % del producto interno bruto (PIB) mundial depende del comercio internacional. Esta relación, sin embargo, no es homogénea en los distintos bloques económicos. Mientras que en los países de Norte América el 31 % del PIB depende del comercio internacional, en la eurozona alcanza un 88 %, y América Latina y el Caribe un 47 %.

Para el caso de España el comercio internacional ha incrementado cada vez más su peso en el PIB del país, pasando de representar el 64 % a un 67,5 % para el 2018. En un lapso de cuatro años las importaciones pasaron del 30,4 % del PIB al 32,4 %, y las exportaciones pasaron del 33,5 % al 35,1 %.

La Fundación Civismo indica que comparativamente la economía española se sitúa globalmente en una posición sólida en cuanto a la exportación de bienes y servicios, ubicándola en el puesto 16 del mundo. En la distribución por sectores en lo que respecta a servicios, son los viajes y el turismo los que lideran en solitario las exportaciones, mientras que en el área de bienes es el sector automotriz —al tratarse de una de las principales industrias auxiliares de la economía europea—.

Participación en el comercio internacional como % del total de exportaciones. (Fundación Civismo)
En este sentido, el volumen de las exportaciones españolas se concentra en los países partícipes en el tratado de libre comercio de la Unión Europea, donde Francia y Alemania son los principales socios comerciales del país ibérico.

En cuanto a la balanza comercial española, esta revela una incapacidad por corregir los efectos derivados de la necesidad de importar todos los recursos energéticos de España. Si estos se eliminaran de la ecuación, la balanza comercial llegaría a aproximarse a un nivel de paridad.

Esta dependencia del comercio internacional obligaría al mundo a adaptar sus proyecciones de crecimiento. Ya el comercio venía resintiéndose a causa de diversos problemas como la guerra comercial entre China y Estados Unidos o el Brexit, lo que a finales de 2019 había afectado su crecimiento.

Según la Fundación Civismo el coronavirus ha intensificado este proceso, haciendo que el comercio internacional continúe con tendencia negativa durante los próximos meses. Esta evolución estará marcada por cómo se produzca el levantamiento del distanciamiento social y la rapidez con la que se disipe la pandemia.

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