El sector turístico no es un sector más de la economía. Representa una décima parte de la economía mundial y soporta el 20% de todo el empleo generado desde el año 2013.  En cuestión de años, ha pasado de representar cerca de un 3% del PIB mundial a contribuir con más de un 10% del propio PIB.

Con un aporte de 8,8 billones de dólares, el sector turístico se posiciona como uno de los sectores con mayor crecimiento del mundo, superado únicamente por el sector manufacturero. Eso sí, muy por delante de sectores de gran calado como podría ser el sector financiero, el sanitario o, incluso, el sector tecnológico. Diariamente, el sector contribuye a la economía mundial con un aporte de 5.000 millones de dólares diarios; generados de forma directa a través de todos los servicios y subsectores como el sector aéreo u hostelero, entre otros.

En cuanto al empleo, una de cada diez personas en el planeta se encuentra empleado de forma directa en el sector turístico. Además, si desglosamos esto por países, la cuantía en determinadas potencias turísticas asciende a más empleados. Una razón más de que estamos hablando de un sector agradecido y muy rico para la economía.

Pero si cabía algo que debemos destacar y no podemos pasar, es la gran adaptación de un sector como el sector turístico a los periodos en los que la economía se encuentra más deteriorada. Desde la crisis de 2008, si hay un sector que ha salido fortalecido ha sido el sector turístico.

En países como España, por ejemplo, la crisis trajo consigo una gran pérdida de capacidad productiva, pero también un fuerte incremento del peso del sector turístico en la economía nacional. Tal es su fuerza y su auge que hablamos de una contribución al PIB que, contando los servicios auxiliares y el aporte indirecto, se cifra en el 25% del PIB; una cuarta parte de la economía española. Un dato que si lo extrapolamos al empleo, podemos observar como su contribución asciende hasta el 14,7% del empleo total en el país.

En este sentido, su elevada temporalidad, en España un 32%, ha provocado que el sector turístico sea capaz de ir adaptándose a todos los escenarios, adaptando sus flexibles plantillas a cada situación y a cada recesión. Motivo por el que, si contrastamos los crecimientos del sector turístico, junto al comercio, es uno de los sectores que menos ha decaído en los últimos años, llegando a presentar crecimientos en contextos en los que la economía no atravesaba una situación favorecedora como para que los sectores mostraran crecimiento. Una razón más para seguir apostando por un sector como este.

En resumen, el sector turístico es un sector que está sufriendo mucho ante los daños de una pandemia que no tiene precedentes. Muchos son los Gobiernos que están ayudando al sector en momentos como el actual, pero también son muchos los Gobiernos que apuestan por cambios en los modelos productivos, desechando modelos turísticos que, pese a precisar mejoras, se muestran con la capacidad de convertirse en grandes generadores de crecimiento económico; pues, como reflejan los datos que presenta el artículo, estamos hablando, y no lo olvidemos, de uno de los principales motores de crecimiento del mundo.