El Índice 2016 de Libertad Económica de Heritage Foundation y The Wall Street Journal, presentado en España por el “think tank” Civismo, ofrece, una vez más, numerosas pruebas de los beneficios que reporta la libertad económica a los países, ya que existe una fuerte correlación entre el grado de libertad económica y otros indicadores de bienestar social. Esto significa que las economías más abiertas tienden a registrar un mejor desempeño en campos como el PIB per cápita, la salud, la reducción de la pobreza o la conservación del medio ambiente.

El Índice de Libertad Económica, de referencia a nivel mundial, mide el grado de libertad económica a partir de diez categorías: protección de los derechos de propiedad, ausencia de corrupción, gasto público limitado, fiscalidad atractiva, facilidad para hacer negocios, flexibilidad laboral, estabilidad monetaria, apertura comercial, marco inversor y solidez del sistema financiero.

España ocupa el puesto 43 de la clasificación mundial, lejos de las economías más liberales del mundo. Éstas son Hong Kong, Singapur, Nueva Zelanda, Suiza, Australia, Canadá, Chile, Irlanda, Estonia, Reino Unido, Estados Unidos y Dinamarca.