Aunque aún se encuentra dentro de los países moderadamente libres, España ha escalado desde el puesto 49 (2015) al 43 de un total de 178 países (clasificados) que forman parte en el índice de Libertad Económica. Con una diferencia de casi un punto con respecto al año anterior, el país ha recibido una calificación de 68,5 puntos en los que se han tenido en cuenta una serie de medidas económicas que pretenden reflejar, según exponen en su informe, «los beneficios de la libertad económica para las personas y la sociedad en su conjunto».

En la misma línea ha avanzado la media global de este indicador, que este año consigue la valoración más alta con un 60,7, lo que supone un crecimiento de tres décimas con respecto al pasado año. De esta forma, 2016 pasa a ser el cuarto año consecutivo en el que la libertad económica ha crecido a nivel global, consiguiendo, 32 países, en esta ocasión «el mayor puntaje de su historia».

Jim DeMint, presidente de la Fundación Heritage no olvida señalar en el informe las diferencias entre la libertad económica y un libre-mercado con fallos, destacando que el hecho de «que haya privilegios especiales para unos pocos, supone menos prosperidad para la mayoría».

¿Qué es exactamente el Índice de Libertad Económica?

Esta clasificación, elaborada anualmente por The Heritage Foundation y The Wall Street Journal pretende desde 1995, manifestar que los países con mayor grado de libertad consiguen un mejor crecimiento y prosperidad económica. Desde el informe justifican que estas economías manejan de manera más íntegra la capacidad del sistema de libre mercado mediante la «distribución eficaz de los recursos, la creación del valor añadido e innovación».

Para ello, evalúan en 186 países, diferentes indicadores como el estado de derecho, tamaño del gobierno, eficacia reguladora y apertura de los mercados. A partir de los resultados se realiza una lista que se divide en varias categorías. Las economías libres (5) y mayormente libres (33) que «disfrutan de ingresos que suponen más de el doble de los niveles promedio del resto de países»; las economías moderadamente libres-donde se encuentra España-; mayormente controladas (62); y por último, las economías reprimidas (24) que alcanzan sólo un cuarto del nivel de los ingresos de los dos primeros grupos.

Se destacan, además como rasgos propios de los países pertenecientes a los dos primeros grupos la longevidad, el mejor estado de la salud, seguridad alimentaria, el fomento de la protección del medio ambiente y una mayor democratización de la sociedad.

Algunos apuntes sobre España

Según Think tank Civismo que presenta el Índice en España, la nota del país «es negativa en tres áreas: la institucional -por el lastre de la corrupción-, la fiscal -gasto excesivo e impuestos altos- y la laboral -la reforma está funcionando pero hace falta profundizarla-«.

En referencia al gasto público, España se coloca en el puesto 153 del listado «a falta de tomar ejemplo de otros países como los nórdicos -Finlancia, Suecia o Dinamarca- que cada vez abandonan más la socialdemocracia para trasladarse a un modelo más capitalista, conforme expone Diego Sánchez de la Cruz, director del Think tank Civismo.

Para la mejora de esta posición, defienden que el grado de gasto público se comience a ajustar a las capacidades económicas. «No podemos lamentarnos por el déficit y protestar por los recortes y a la vez quejarnos de que aumenta la deuda», justifica De la Cruz.

Insisten además, en la inestabilidad institucional en la que participa una amenaza por parte del bando político que califican de populista «cuyo programa es puramente anticapitalista». Señalan que sus medidas podrían llevarnos a las últimas posiciones del ránkin de libertad económica.

Los países más y menos liberales

Sólo 5 de las 178 economías clasificadas han sido este año denominadas como economías libres. Estas son en orden de libertad económica Hong Kong, Singapur, Nueva Zelanda, Suiza y Australia. No obstante, ese año ha habido cambios en la habitual cabeza de lista: Suiza es la única «cuyo puntaje general no disminuyó, superando a Australia» y colocándose en el cuarto puesto.

Por su parte, la cola de la lista viene protagonizada por países de índole muy intervencionista como Corea del Norte, Cuba, Venezuela, Zimbabue o Turkmenistán.

Por último, cabe destacar algunos datos en términos regionales. Norteamérica y Europa se continúan posicionando como líderes del índice, sin embargo, ambas han registrado disminución de sus porcentajes. La región que engloba Centroamérica, Caribe y Sudamérica se mantiene estable con una insignificante mejora del 0,1 puntos. De lo contrario, la media regional de Oriente Medio, y África del Norte creció significativamente, 1 punto. Por último, las regiones de África Subsahariana y Asia-Pacífico sigue con su tendencia al alza.