El think tank navarro Civismo, promovido y presidido por el pamplonés Julio Pomés entregó esta semana en Madrid, por medio del escritor y Premio Nobel Mario Vargas Llosa, el primer gran premio que otorga su institución, el Premio Sociedad Civil,a Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid. Dado que Civismo es un centro de pensamiento neo liberal partidario de limitar al máximo la acción política y dejar que sea la sociedad civil y los mercados los que decidan sobre las cuestiones económicas, su secretario Pedro Schwarztuvo que aclarar la paradoja de quesu primer premio fuera para un político. Si la política no es ni de lejos lo más importante en nuestras vidas, se preguntó, ¿cómo es que damos nuestro primer premio al Civismo a una destacadísima gobernante como es Esperanza Aguirre? ¿No podría deducirse de lo dicho por Tocqueville que la solución de los males de la patria consistiría en que el común de los mortales nos ocupásemos sobre todo de lo que a cada uno nos interesa,sin prohibiciones ni interferencias enfadosas, y entregáramos la acción política a nuestros representantes democráticos y la política económica a los especialistas de los bancos centrales y la Comunidad europea? Concluyó arenglón seguido que no damos este premio a Esperanza Aguirre por lo bien que juega al golf Alguien tiene que ocuparse de la labor de embridar la política y de devolver la economía a las manos de los individuos así que hemos otorgado el primer premio Civismo a nuestra presidenta porque ha sabido combinar un eficaz apoyo a la creaciónde riqueza con una indoblegable fidelidad al ideal de la libertad. Es un ejemplo de nuestra obligaciónde atender a una doble exigencia: cultivar libremente nuestras capacidades y buscar nuestra felicidad según nuestro leal saber y entender, pero también participar en la vida pública de nuestras sociedades para defender y multiplicar nuestras libertades
De todos los ámbitos
Aclarados los conceptos, el acto transcurrió con toda solemnidad en el Museo de la Ciudad. En las primeras filas estaban varios de los nombres más importantes del Ibex como Jaime Castellanos, presidente del Lazard y consejero de Acciona, como Víctor Urrutia, presidente de CUNE y consejero de Iberdrola, como Paloma OShea presidenta de la Fundación Abeniz, como María del Pino, consejera de Ferrovial, o Juan Abelló, vicepresidente y consejero de Repsol, o Miguel Sucunza, presidente de Azkoyen, Carlos Espinosa de los Monteros, vicepresidente de INDITEX, Borja Prado, presidente de Endesa Y también Juan Félix Huarte presidente de Uriel Inversiones, Alvaro Mendiola, Socio de Cuatrecasas, José María Aracama, adjunto presidente de Portland además de numerosos políticos de la Comunidad de Madrid, embajadores y también el delegado del gobierno de Navarra Salvador Estébanez. El presidente de Civismo, Julio Pomés, abrió el acto señalando cómo el laboratoriode ideas que protagonizaba el premio y que hoy se extiende por toda España, había nacido en Navarra integrando en su seno creadores de opinión, expertos en políticas socioeconómicas, y unos patronos con visión que demuestrancon hechos su compromiso para mejorar la sociedad porque convienequela sociedad civil se avive y asuma el compromisode aportar ideas, para que el debate social nose centre exclusivamente en la clase políticaPara Pomés, los elementos esenciales para suscitar libertad y sociedad civil radican en conocer quiénes son los que saben o donde está el conocimiento valioso que anticipa tendencias; seleccionar qué aportaciones son relevantes para España, y finalmente hacer asequibles los hallazgos encontrados en los mejores caladeros de ideas del mundo. Pero fue el de Vargas Llosa el discurso más esperado. Para el escritor del Nobel, Esperanza Aguirre es nada menos que una Juana de Arco liberal cuya trayectoria ha seguido con respeto y admiración. Reconoció que el liberalismo no era una doctrina que tuviera un arraigo muy profundo ni en España ni en Latinoamérica, ni en la mayor parte del mundo. Es una flor tardía de la historia y un producto de la civilización aunque la libertad ha tenido desde muy antiguo un hueco en la historia de los pueblos. Para Vargas Llosa, Aguirre es uno de los componentesmás creativos y coherentes de esta doctrina.
