El contribuyente vasco dedica 180 días de sueldo a pagar impuestos
27 de junio de 2019

Este sábado Euskadi celebrará el ‘Día de la Liberación Fiscal’. Es el término utilizado por ‘Civismo’, un ‘think tank’ que calcula todos los años hasta cuándo un ciudadano ‘trabaja’ para Hacienda y a partir de cuándo lo hace para él mismo. Pues bien, la fecha de corte será el 29 de junio, la misma que en 2018.

El contribuyente medio vasco dedica 180 jornadas de sueldo a pagar impuestos. Son dos días más que en el conjunto de España, que celebra, hoy, su día de la liberación. El ‘think tank’ subraya que Euskadi es la comunidad que aplica un mayor tipo efectivo medio sobre las rentas del trabajo en los diferentes grupos de edad. Así, mientras las familias más jóvenes sin hijos «afrontan una tributación efectiva por IRPF cuatro puntos superior a la media nacional, las que se encuentran en su edad laboral adulta -entre 45 y 64 años- pagan tres puntos más que en Madrid», cuya renta disponible es similar. Así pues, el régimen foral, con el que se autofinancia el sistema vasco de bienestar, «no implica menores impuestos para la renta personal, sino todo lo contrario».

Los analistas de ‘Civismo’ traducen en días el peso de los gravámenes. Las cotizaciones sociales suponen 103 jornadas de salario, uno más que en 2018, incremento que se debe a la subida del salario mínimo (SMI) hasta 900 euros. El pago del IRPF precisa de 34 días, uno menos, gracias a medidas tomadas por la Administración central y por las comunidades. «Así, el aumento de las reducciones en base para las rentas más bajas y algunas disminuciones de impuestos regionales han logrado compensar, a nivel tributario, el efecto de la subida del SMI». Por ello el 27 de junio se mantiene como el día de la liberación, como en 2018. El resto de tributos permanecen inalterables : 25 jornadas para el IVA; 11 para Impuestos Especiales; y 5 más por IBI, Patrimonio, Sucesiones o Matriculación.

La «cuña fiscal»

Los expertos también estudian el peso de los impuestos en las nóminas. Y enfatizan «el gran impacto que tienen el IRPF y las cotizaciones sociales, cuya suma denominamos ‘cuña fiscal’, y que reduce el salario neto de los trabajadores de manera significativa».

Así, de cada 100 euros que paga el empresario en coste laboral, el ocupado de entre 16 y 29 años cobra 66,55. Se trata del único tramo de edad que ha experimentado una rebaja respecto al año pasado. Para los trabajadores de entre 30 y 44 años, la retribución neta se queda en 62,50. Los que tienen entre 45 y 64 años reciben de esta cantidad 61,66 euros. Por último, entre los mayores de 65 años, la fiscalidad directa se traduce en que, de cada 100 euros, se ingresan 88 de forma efectiva. Ellos no tienen la presión de las cotizaciones sociales.

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