En 2019, los andaluces habrán trabajado, de media, un total de 180 jornadas para cumplir con sus obligaciones tributarias, según el informe de Civismo,-‘think tank’ liberal de referencia en España-, que calcula el número de días al año que el contribuyente trabaja únicamente para cumplir con sus obligaciones tributarias. De media, los españoles destinan 178 días al año a costear las necesidades de gasto del Estado. El denominado -por Civismo- ‘día de la liberación fiscal’, es decir, el día en que cada ciudadano deja de contribuir con su trabajo a la financiación del Estado para hacerlo para sí, llegó ayer para la media de españoles, sin embargo, en Andalucía no será hasta mañana, dos días después.
No obstante, hay comunidades donde la cifra es mayor. Ocurre en Baleares (181), Navarra (182), Valencia (182), Castilla-La Mancha (183), Cantabria (184) y Cataluña (186). Donde menos días se dedican a la contribución fiscal del Estado es en Ceuta y Melilla (175 días), La Rioja (177), Canarias (178) y Murcia (178). En Galicia, Castilla-León, Madrid y Aragón dedican un día menos que en Andalucía, y en País Vasco, Extremadura y Asturias, el mismo tiempo, 180.
En 2019 no se han verificado cambios significativos en los principales impuestos que afectan a las familias de Andalucía, por ello, el ‘día de la liberación fiscal’ se mantiene en la misma fecha que en 2018, señalan desde Civismo. Sin embargo, según este informe firmado por Javier Santacruz, doctor en Economía especializado en macroeconometría y finanzas, «se han empezado a dar los primeros pasos que permitirían aprobar los presupuestos autonómicos, en los que se introducen rebajas fiscales significativas que impactarán en el ‘día de la liberación fiscal del año próximo».
En este sentido, «las familias andaluzas de renta media conservan una tributación efectiva menor que la media nacional para las rentas salariales, pero significativamente superior en las rentas altas», apunta el informe. «El tipo medio efectivo de una renta de 150.000 euros en Andalucía es 5,5 puntos superior que en Madrid, igualando el castigo fiscal que sufren las rentas altas navarras», añade. Mientras que las familias más jóvenes afrontan una tributación efectiva por IRPF medio punto superior a la media nacional, las que se encuentran en su edad laboral adulta (entre los 45 y los 64 años) pagan 0,6 puntos menos que en Madrid.
Dentro del cómputo impositivo global, el peso de los gravámenes, traducidos en días, se distribuye de la siguiente forma. Las cotizaciones sociales suponen, de media, 103 jornadas de salario. Es una de las mayores novedades respecto al año pasado, cuando se cifraban en 102. Este incremento, según Santacruz, se debe a la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 900 euros.
34 días al IRPF
El pago del IRPF, por el contrario, precisa de 34 días, uno menos que en 2018, «gracias a medidas tomadas por la administración central y por las comunidades autónomas», dice el informe. «Así, el aumento de las reducciones en base para las rentas más bajas y algunas disminuciones de impuestos regionales han logrado compensar, a nivel tributario, el efecto de la antedicha subida del SMI. Por medio de este cambio de distribución en el peso de los impuestos, el 27 de junio se ha mantenido como el Día de la Liberación Fiscal, el mismo que el año anterior», explica el economista.
El resto de tributos permanecen inalterables en cuanto a número de jornadas: 25 para el IVA; 11 para impuestos especiales; y 5 más por la categoría de ‘otros’, que incluye el IBI, patrimonio, sucesiones o matriculación. «De este desglose se deduce el gran impacto que tienen el IRPF y las cotizaciones sociales, cuya suma se denomina ‘cuña fiscal’, y que reduce el salario neto de los trabajadores de manera significativa», detalla Santacruz. Así, de cada 100 euros que paga el empresario en coste laboral, el ocupado de entre 16 y 29 años cobra 66,55, lo que equivale a una ‘cuña fiscal’ del 33,45%. Se trata del único tramo de edad que experimenta una rebaja respecto al año pasado: entonces, su ‘cuña fiscal’ ascendía al 35,89%, es decir, percibían 2,44 euros menos por cada 100.
Para los trabajadores de entre 30 y 44 años, la retribución neta se queda en 62,50, a causa de una ‘cuña fiscal’ del 37,50%. Los que tienen entre 45 y 64 años reciben de esta cantidad sólo 61,66 euros, debido a la ‘cuña fiscal’ más elevada por cohorte de edad: un 38,34%. Por último, entre los mayores de 65 años, la fiscalidad directa se traduce en que, de cada 100 euros, se ingresan 88 de forma efectiva. En este caso, es más reducida, de un 12,03%, por la ausencia de presión de las cotizaciones sociales.
