Draghi, Japón y… Volkswagen: cómo buscar valor en un mar de incertidumbre
25 de septiembre de 2015
Por admin

El inversor medio está confundido. Le dijeron que había que tomar riesgo porque Draghi compraba 60.000 millones de euros mensuales y lleva meses perdiendo dinero. Le comentaron que Japón era el paraíso del dinero fácil porque Kuroda compraba más que nadie, y el agujero solo aumenta. Encima, uno de esos valores fetiche de fiabilidad y seguridad, Volkswagen, resulta que ha ocultado desde 2014 el verdadero nivel de emisiones de sus vehículos. Nos dicen que la liquidez es infinita y que sobra dinero para tomar riesgo, y hay empresas que no pueden encontrar inversores para cubrir sus ampliaciones de capital.

La confianza tarda años en ganarse y minutos en perderse.

El problema de casos como los mencionados es que tienen un impacto desconocido en la confianza a medio plazo. Si construimos una reputación basada en la fiabilidad o repetimos hasta la saciedad que no vamos a necesitar una ampliación de capital y que son maldades de especuladores, y rompemos esa confianza, es prácticamente imposible encontrar inversores marginales.

Pueden ocurrir eventos inesperados, pero diría a cualquier empresa que evite esa frase que tanto se oye en los pasillos corporativos: “A ver si cuela”

Tenemos que entender que las presentaciones estratégicas y los compromisos no son eventos publicitarios y que los objetivos anunciados no son como las propuestas de Ahora Madrid, “sugerencias”. Se supone que la empresa, que conoce mejor que nadie su negocio, es capaz de dar una guía fiable usando un escenario ‘prudente’. Es cierto que pueden ocurrir eventos inesperados, pero en general recomendaría a cualquier empresa que evite esa frase que tanto se oye en los pasillos corporativos: “A ver si cuela”. Puede que funcione una vez, pero cuando no funciona lleva a periodos muy prolongados de desconfianza. Se cuelga el cartel de ‘uninvestable’ (imposible de invertir en ella). Ningún gestor recibe una llamada diciendo por qué no tienes en la cartera un valor donde se ha perdido la confianza, aunque suba. Pero como la mantenga en la cartera y siga desplomándose, el gestor puede ir preparando su maleta.

¿Qué buscar?

Las oportunidades que está dando la caída son enormes. No hay mejor entorno para encontrar joyas que el de las tres B que siempre les comento: “Bajos tipos, Baja inflación y Bajo crecimiento”.

  • Buen retorno sobre el capital empleado. Empresas que generan un beneficio operativo superior al 10% comparado con el capital invertido (y no vale deducir las provisiones, que si no es muy fácil).
  • Alta generación de caja hoy, no dentro de dos años. Olviden las estimaciones de consenso. Apuesto con ustedes a que tienen que revisarlas a la baja en su gran mayoría. El futuro ya no es lo que era. La ilusión del gas de la risa monetario generando aumentos de beneficios espectaculares se ha desvanecido. Pisen terreno firme.
  • Coincidencia de intereses. Elijan valores donde el equipo gestor tenga una alta exposición a la acción de su empresa o sea propietario mayoritario. Eviten las empresas semiestatales como norma, aunque haya alguna interesante, ya que suelen ser baratas “porque lo merecen” (cheap for a reason). Si el consejero delegado o el presidente de la empresa tiene como objetivo ser ministro, les garantizo que su última prioridad son ustedes como minoritarios.
  • Fíjense un horizonte temporal claro y una síntesis de inversión. Escriban en un documento por qué compran un valor. No hagan un libro. Tres frases, con cifras específicas, de estimación de beneficio, de consecución de objetivos, y borren de su cabeza el precio objetivo. Sitúen un umbral de dolor que les sea aceptable, y uno de ganancia. Más inversores han perdido por esperar “otra subidita” que por cualquier otra razón.

Hay que vender cuando se tienen beneficios sospechosamente altos en poco tiempo

Y recuerden, Europa y Japón siempre van a estar más baratas que EEUU porque sus índices son fundamentalmente conglomerados y bancos, y porque en estos mercados no se ‘estila’ hacer lo que hacen las empresas norteamericanas: recomprar acciones y aumentar dividendo cuando sobra dinero en la caja. Esas diferencias siempre van a pesar en las valoraciones. Siempre.

Y por favor, recuerden que hay que vender cuando se tienen beneficios sospechosamente altos en poco tiempo.

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