¿Cuántos cargan con el Estado?
2 de noviembre de 2014
Por admin

La recuperación del mercado laboral en los últimos meses no puede hacer olvidar que, con todo, son muy pocos los que realmente aportan fondos para mantener al Estado. En el conjunto de España nos encontramos con que, de los 46,3 millones de habitantes del país, 7,5 son menores de 16 años y, por lo tanto, no tienen edad para trabajar. Además, deben descartarse los 8,1 millones de pensionistas que ya han abandonado el mercado laboral. En tercer lugar, quedan aquellas personas que no trabajan porque están cursando estudios o bien porque pueden vivir de otro tipo de ingresos (familia, rentas). En total, otros 7,8 millones de personas.

Restan, entonces, 22,9 millones de potenciales trabajadores pero, de ellos, los 5,4 millones de parados tampoco contribuyen a sostener el entramado. Además, los 2,9 millones de personas que trabajan para el sector público no aportan ingresos al Estado en sentido estricto, sino que son perceptores netos de rentas públicas. Finalmente, hay 14,6 millones de ocupados que sí trabajan para mantener el peso de la Administración, lo que supone que apenas un 31,4% de los ciudadanos tiene que soportar el peso del resto. O, lo que es lo mismo, cada trabajador del sector privado tiene que aportar lo suficiente como para sostener a otros 2,2 españoles.

El panorama es todavía más desolador si se observa por comunidades autónomas. En Andalucía, por ejemplo, tan solo una de cada cuatro personas trabaja para el sector privado, seguida por Extremadura (25,5%), Castilla-La Mancha (27,4%) y Canarias (28,4%). Todas estas comunidades tienen la tasa de paro más elevada de España pero, aunque eso dice mucho del drama humano, no habla en términos de lo que los trabajadores podrían aportar a sus respectivas regiones, dado que gran parte de su esfuerzo se destina a mantener unas administraciones elefantiásicas. Estos números son dramáticos. Por ejemplo, si en estas comunidades se alcanzaran las cifras de Baleares (las más altas de la clasificación), los ciudadanos podrían alcanzar hasta un 69,5% más de actividad, lo que repercutiría en su riqueza, servicios y bienestar.

Los siguientes casos (Asturias, Castilla y León y Galicia) son distintos. El paro de estas comunidades es relativamente bajo, en torno al 20%, pero ha sido logrado a base de expulsar ciudadanos del mercado laboral, en buena parte por jubilaciones anticipadas, tal como ocurre en el sector de la minería. No se trata, en ningún caso, de algo deseable, ya que supone el mismo problema que el anterior: los ciudadanos carecen de suficientes oportunidades e ingresos.

Fuente: Vocento

En torno a la media y un poco por encima de ella se sitúan Murcia (30,4%), Comunidad Valenciana (30,8%), Cantabria (32,1%), Aragón (32,3%) y País Vasco (33,6%). Esta región, la segunda con el menor paro de España, tiene una cifra de ocupados en el sector privado relativamente baja. Esto se debe al envejecimiento de su población. Por último, Baleares (42,2% ), Cataluña (36,3%), Madrid (36,1%), La Rioja (34,5%) y Navarra (34,4%) encabezan el ranking de la actividad privada en el país. El caso de las islas se explica por los jóvenes que trabajan en su potente sector turístico. En cambio, Madrid y Cataluña son focos de actividad, pero la continua atracción de población hace que sea más difícil rebajar su tasa de paro. Pero, ¿basta con que un 36% de toda la población trabaje en el sector privado? Si así sucediera en toda España, se generarían 2,1 millones de empleos, una cifra todavía insuficiente como para volver al máximo previo a la crisis, que quedaría a una distancia de 1,1 millones de ocupados. Parece, entonces, que todas las regiones tienen trabajo por hacer.

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