Bachelet, contra las cuerdas
5 de septiembre de 2015
Por admin

En Chile se dice que lo único que mantiene unida a la Nueva Mayoría -la coalición de Gobierno que reúne desde comunistas a democristianos- es que todos están de acuerdo en criticar a Michelle Bachelet. Este chascarrillo surge de una evidencia, Bachelet se ha convertido en la presidenta más impopular de Chile tras la dictadura de Pinochet. El 72% desaprueba su gestión y sólo el 24% la respalda cuando todavía no ha llegado a la mitad de su mandato, según la empresa Gfk Adimark.

La popularidad de Bachelet, que en su primer mandato figuraba entre las mayores de la historia de Chile, ha sido destruida por varios factores: un programa maximalista radical que no interpreta a todos los chilenos, una mala lectura de la coyuntura económica internacional que ya en 2014 se volvió adversa para Chile (baja del precio del cobre, debilidad de su moneda) y la elección de colaboradores muy mediocres.

Nada le ha hecho tanto daño como su propio hijo, que financió un pelotazo inmobiliario

Sin embargo, nada le ha hecho tanto daño como su propio hijo: Sebastián Dávalos Bachelet. Cuando los chilenos se enteraron de que uno de los banqueros más poderosos del paíshabía financiado un pelotazo inmobiliario de la empresa que tenían Dávalos y su esposa, la presidenta quedó situada en el ojo de un huracán. El hijo, además, formaba parte del Gobierno bajo el ampuloso cargo de «Director sociocultural de la Presidencia» y tuvo que dimitir en febrero de este año, no sin antes ordenar el borrado del disco duro de su ordenador.

Que su propio hijo pasara en pocas horas a formar parte del 1% más rico del país contra el que Bachelet había hecho campaña exigiendo que pagaran más impuestos para mitigar las desigualdades, sentenció el programa electoral de la Nueva Mayoría y de paso a Bachelet, que no se ha recuperado del impacto.

Hace 100 días, la presidenta cambió los dos puestos clave de su gabinete, los ministros de Interior y Hacienda. Sin embargo, a los pocos días desautorizó a uno de ellos y debilitó al otro, razón por la cual ambos llevan todo este tiempo intentando recomponer su autoridad. Uno de sus nuevos colaboradores le hizo un flaco favor al comentar públicamente un rumor que circula desde hace meses por la red whatsapp y que fue convertido en historia política de primera plana por un diario digital, según el cual la presidenta estaría con una fuerte depresión.

En la prensa se habla de golpe blanco contra la presidenta y en los corrillos políticos que dimitirá después del 11 de marzo de 2016 para permitir que el Congreso elija a un sucesor por lo que resta de su mandato.

Entre tanto, la confianza empresarial se encuentra en su peor nivel en seis años, la inversión acumula ocho trimestres cayendo, y el Gobierno ha incrementado el gasto público un 10% de un año para otro sin mayor explicación. Nada indica que la incertidumbre vaya a ceder y se acerca la fecha en que el hijo de Bachelet debe ser imputado o absuelto por tráfico de influencias. Si se formaliza la acusación, la continuidad de la presidenta parece muy difícil.

Publicaciones relacionadas