Ayuso insiste en que el cierre debe ser «la última opción a tomar» y denuncia la madrileñofobia
9 de marzo de 2021

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha insistido este martes en que el cierre debe ser «la última opción a tomar después de haberlo intentado todo» y ha pedido que antes de hacerlo se demuestre por qué es acertado hacerlo.

«La pandemia lo que ha hecho es demostrar que hay dos maneras de gestionar. Una es el atropello sistemático de derechos y libertades fundamental, el cierre de regiones enteras sin informes sanitarios y la clausura por decreto de miles de negocios», ha declarado en su intervención al recibir el premio Sociedad Civil de la Fundación Civismo en la Real Casa de Correos.

La presidenta ha recordado que hace un año tomó la decisión más difícil que puede tomar un presidente autonómico que fue el cierre de colegios. Lo hicieron en base, según ha explicado, «a una estrategia clara que era no colapsar el sistema sanitario y tener tiempo suficiente para poder triplicarlo gracias a, entre otras cosas, la colaboración público-privada y rompiendo estigmas» que han llevado «al cero, a no hacer nada, a cruzarse de brazos».

«Esto es lo que hemos hecho durante toda la pandemia: estrategia. De manera que era el virus el enemigo a derrotar y no la vida y la libertad de los ciudadanos», ha defendido.

Así, ha destacado que los restaurantes, comercios y teatros han permanecido abiertos, «con sus restricciones pero abiertos», por muchos motivos. Además, ha recordado que han establecido perimetrajes por zonas básicas de salud, «unidades más pequeñas que han resultado eficaces», han analizado las aguas residuales y han realizado test de antígenos de manera masiva.

Impulsan la madrileñofobia de forma desleal

Para Ayuso, se ha promovido una «madrileñofobia nunca vista hasta el momento» de forma «desleal e injusta». A su parecer, siempre han puesto el foco durante toda la crisis en Madrid y en los madrileños y han desconfiado de sus cifras «cuando las cosas iban bien».

«Nosotros nunca hemos hablado mal de ninguna comunidad autónoma, ni hemos puesto en tela de juicio el trabajo que realizaban otros presidentes. Con sumo respeto Madrid nunca celebró las cifras de los demás ni nunca se alegro de cuando las cosas iban peor», ha declarado.

Según ha recalcado, su Gobierno ha aguantado «una terrible persecución política en un momento gravísimo de la historia de España y con un abuso intolerable de poder de una administración superior a una inferior».

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