¿Recuperación de la economía española? Mejor con Calviño que con Podemos
6 de junio de 2020

La economía española comienza a recuperar su dinamismo, tras meses de parón indefinido que, ante las medidas implantadas de distanciamiento social, provocaron el cierre parcial del conjunto de la economía. Sin embargo, de acuerdo con los indicadores que presenta la economía española, las previsiones para los próximos años no son tan alentadoras como lo pueden ser para otros países porque el comportamiento contracíclico de la economía española podría postergar aún más la recuperación.

Estamos hablando de una situación que, tras la tormenta vírica que ha sacudido duramente los pilares fundamentales del país, deja una coyuntura complicada para la economía española. De acuerdo con las principales previsiones que se han arrojado, nuestra economía prevé poner broche y final a la pandemia -salvaguardando la posibilidad real de que se den nuevos rebrotes en el futuro- con una tasa de paro que podría llegar a situarse por encima del 20%, con una deuda que, en relación al PIB nacional, podría llegar a situarse en el 122%; así como un déficit que, en el mejor de los casos, podría situarse en torno al 10%. 

Teniendo en cuenta la evolución experimentada de la economía española, el agotamiento del ciclo económico estaba provocando que, tanto los crecimientos en la economía como la creación de empleo, comenzasen a ralentizarse. Una situación que, con la pandemia, se agravó por completo. 

Recuperación

Esto nos lleva a pensar sobre cómo sería la recuperación de la economía española, teniendo en cuenta que las previsiones realizadas no reflejan ninguna claridad. Mientras que al principio íbamos a tener una recuperación en ‘V’, las declaraciones que, a posteriori, hizo la vicepresidenta Nadia Calviño, no mostraban el mismo optimismo que arrojaban al principio. Además, los distintos conflictos que se produjeron en sede parlamentaria, donde Calviño tuvo que imponerse a sus jefes, dejan una percepción que muestra la preocupación de la ministra por unas medidas que, impulsadas por sus socios de Gobierno, solo pretenden postergar la recuperación, en aras de un populismo desmesurado.

En este sentido, es complicado extraer cómo será la recuperación de la economía española. Las incógnitas siguen estando muy presentes en las previsiones realizadas, en un escenario en el que la variación que podrían arrojar las variables sigue siendo extremadamente volátil. Por tanto, no existe un consenso sobre ello. Sin embargo, teniendo en cuenta los precedentes, en un escenario en el que la pandemia se disipase, podemos basar la recuperación en recuperaciones anteriores que, como en la crisis de 2008, mostraron esa dificultad que presenta la economía española, en ese comportamiento contracíclico que destacábamos al inicio, para recuperar los niveles previos a dicha crisis.

Mientras que en 2008, a Alemania le llevó un año y medio salir del escollo y recuperar los niveles previos a la Gran Recesión financiera, España mostró un comportamiento que nos llevó a salir de dicho atolladero nueve años más tarde. Ahora bien, la pregunta que se realizan todos los economistas en estos momentos es si, ante la menor pérdida de capacidad productiva debido a las herramientas aplicadas por el Gobierno para que la adaptación de las empresas sea temporal y no permanente, la recuperación de la economía española será la misma que en 2008.

Los indicadores que arroja la economía española muestran un mayor enfriamiento que en otras economías, donde también podemos destacar la economía alemana. Los índices de PMI, así como todos aquellos enfocados a medir la actividad económica en el país, muestran un mayor frenazo que en otras economías homólogas. El daño que ha provocado el virus a sectores tan fundamentales para la economía española como el turismo ha provocado que nuestra recuperación sea más lenta que en Europa.

En conclusión, España podría verse nuevamente en escenarios en los que su recuperación podría ser mucho más gradual y paulatina. Sin embargo, cabría añadir la importancia de seguir apostando por las empresas y la contención de la capacidad productiva. Contener el empleo es clave para recuperar la economía. De la misma forma que, cabría añadir, dichas variables marcarán gran parte del ritmo que adopte la economía española en la recuperación tras amainar la tormenta que, en estos momentos, comienza a mostrar signos de agotamiento muy favorables. 

Por último, queda en manos del Gobierno si quieren que esta recuperación sea similar a la de 2008 o quieren impulsar una nueva recuperación. Si lo que buscan es la segunda opción, ésta vendrá más por la vía de las medidas de Europa, Calviño, que por la vía de las medidas que desea implementar la parte del Gobierno conformada por los dirigentes de Unidas Podemos.

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