Menos empresas, mala señal
16 de febrero de 2020

Una de las variables que mejor refleja la pujanza de una economía regional es el aumento en el número de constituciones de empresas. Este incremento guarda una relación estrecha con el de tres indicadores macro: el PIB, la Formación Bruta de Capital Fijo y la Inversión en Maquinaria y Bienes de Equipo, los cuales se refuerzan mutuamente. Sin embargo, estas cifras no explicitan algo que no resulta cuantificable pero sí muy significativo: la confianza de los ciudadanos en la coyuntura económica de un territorio y de un país. En España, casi un 99% de las nuevas compañías son pymes. Esto implica que se configuren como sociedad limitada, una figura que exige una capitalización de partida muy baja, lo que las hace muy vulnerables.

La comparación entre las sociedades constituidas en 2019 y las de 2018 permite hacer balance de un año inestable políticamente a causa del Gobierno en funciones y del parón de las cámaras legislativas, así como de las previsiones para 2020.

Los relativos buenos datos de creación de empresas en 2018, que aumentaron frente a 2017 un 1,1%, hacían pronosticar un 2019 bastante mejor, a tenor del crecimiento del PIB ese año en un 2,6% (una décima más de lo esperado). Sin embargo, la realidad ha confirmado los malos presagios. La variación de compañías constituidas en 2019 ha sido negativa (-1,59%), mientras que las extintas se han incrementado un 5,21% respecto a 2018. A estas malas cifras se unen dos todavía peores. De un lado, el año pasado, el crecimiento del PIB se redujo en seis décimas (2,0%).

Fuente: Vocento

De otro, para 2020, tras varios anuncios de descensos, se prevé que este se quede en el 1,6%. Además, Europa se encuentra estancada y cada vez se vuelve más irrelevante: lo demuestra que no se la haya tenido en cuenta en la pugna entre China y Estados Unidos por controlar el comercio. Todos estos factores no invitan al optimismo.

Cantabria es donde más ha descendido la constitución de compañías (-15,18%), seguida de Baleares (-9%) y Murcia (- 7,31%). Si nos enfocamos en las que lo hacen mejor, tanto en 2018 como en 2019, Madrid ha liderado en cifras absolutas la constitución de empresas, superando en ambos ejercicios a Cataluña, con unas diferencias de 4.148 y 3.859, respectivamente.

No obstante, esta última región ha creado en 2019 un 2,95% más que en 2018, porcentaje solo superado por el de La Rioja (10,29%) que, con 442 compañías más, se convierte en la campeona nacional. En Castilla y León, estas han crecido un respetable 2,54%, mientras que en Madrid lo han hecho un 1,1%. Allí, además, la capitalización media de las nuevas sociedades es la mayor de todas las comunidades, al igual que el número medio de trabajadores en cada una de ellas. Estos buenos datos apoyan la idea de que Madrid se trata de la locomotora de España, en lo cual influye el efecto capitalidad, la eficiencia de su política económica y, sobre todo, la fiscalidad, atractiva para los inversores

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