Los españoles y las catástrofes en el exterior
8 de mayo de 2015
Por admin

Poco a poco, afortunadamente, se va reduciendo el número de los españoles desaparecidos en Nepal. La preocupante cifra inicial se ha visto muy rebajada. Algunos compatriotas han emergido en el país y otros que habían salido del mismo han dado por fin señales de vida.

El Ministerio de Asuntos Exteriores, con el ministro Margallodecididamente a la cabeza, y otros organismos españoles han tenido una más que notable actuación en la localización y socorro de nuestros nacionales, no se han escatimado ni medios ni esfuerzos. Aunque parezca una  manida afirmación ombliguista, hemos ido por delante de algunas naciones con más recursos.

 Sin embargo, algunos de los familiares de los entonces desaparecidos mostraban su descontento por la forma en que nuestras autoridades manejaban el problema, se decía que no se daba información etc…Tengo que concluir que, a menudo, muchos españoles desconocen lo que puede y no puede hacer el Ministerio de Exteriores y, en ocasiones, tienen reacciones que rozan las del niño mimado

 En el caso de Nepal, poseo alguna experiencia de esto que viene de mi época de Subsecretario en Exteriores, las tareas de localizacion y salvamento presentaban dificultades peculiares de forma acusada:

a) España no tiene Embajada en Nepal. La Cónsul HONORARIA residente en el país, los cónsules honorarios son normalmente personas respetadas en la ciudad en que viven pero que no cuentan ni con personal ni prácticamente con dotación, estaba lógicamente desbordada y ante el caos reinante era obvio que a pesar de su buena voluntad su labor podía tener un alcance limitado. Nuestra Embajada más cercana, la de Nueva Delhi en la India, se encontraba a más de mil kilómetros de distancia. Aunque el Embajador se trasladara,que se trasladó, a Nepal su capacidad para actuar en aquellos momentos, por lo descrito, era asimismo reducida.

b) Nepal es un país pobre y atrasado, no estaba preparado para gestionar esa hecatombe ni para prestar una colaboración adecuada a las misiones extranjeras. Las penalidades que está experimentando la Unidad de la Guardia Civil que hemos mandado allí es una buena prueba: helicóptero prometido que no llega, desconcertante cambio de la ruta programada etc..

c) Nepal no es precisamente fronterizo con España. Si estuviese donde está Argelia o incluso Mauritania o Camerún, la cercanía y la existencia de un país más avanzado, un interlocutor más capacitado,  habría facilitado un despliegue español.

Como apunto, bastantes españoles que viajan al exterior muestran una desconcertante perplejidad cuando encuentran cualquier problema. Los ejemplos son muchos. Uno que es detenido por una disposición que para nosotros es absurda pero que está en la legislación del país por el que visitan (mencionemos el caso de aquel que sobrepasa el periodo de estancia en Estados Unidos y, si sorprendido, es internado a menudo unos días en una cárcel mientras se tramita su expulsión) reprocha a nuestro cónsul que no lo saque inmediatamente de la prisión. «Como es posible? ¿Nos bajamos los pantalones ante los americanos por esta chupinada? Esto no le ocurría a un francés etc»…Se equivocan, la disposición, puede ser absurda por lo estricta, pero existe y los autoridades estadounidenses, son un país soberano,  la aplican a unos y otros.

Otro caso es el de alguno que se accidenta conduciendo en el extranjero. Puede que esté perfectamente atendido, pero en más de una ocasión, si despierta en el hospital, la reacción instantánea podría ser: «Pero, ¿ donde está el Cónsul? Seguro que tocándose la barriga, esto no pasaba con el Cónsul alemán o el británico». Se equivocan de nuevo. No es descartable que el Cónsul se encuentre a ochocientos kilómetros de distancia o que aunque esté a treinta se esté ocupando en esos momentos de atender a media docena de compatriotas a los que han robado el pasaporte o preparando la llegada esa tarde de una delegación empresarial española que, si las cosas ruedan bien, puede conseguir contratos que den trabajo en España a dos mil personas. Estar en la cabecera de la cama de una persona que está bien asistida no es en esos momentos prioritario.

Lo de Nepal es casi una lección de como debe actuar un gobierno cuando la vida de tus compatriotas está en juego. Sin embargo, para mi sorpresa, no todo han sido plácemes. Hay que entender que unos familiares angustiados eexpresen comentarios impulsivos; ¿ quien no los tendría?, pero tenemos una veta mimada que he visto menos en otras naciones de nuestro desarrollo.

Publicaciones relacionadas