Los economistas no se creen las promesas electorales
13 de abril de 2019

Con casi todos los programas electorales en la calle (faltan todavía el del PSOE completo y el de Ciudadanos), los diferentes partidos del espectro español han puesto sobre la mesa sus propuestas, que incluyen bajadas masivas de impuestos, incrementos elevados de la fiscalidad a empresas y rentas altas, subidas de las pensiones y alzas inesperadas de los salarios mínimos. Sin embargo, según los expertos en economía consultados por elEconomista, los posicionamientos de los partidos son desmesurados y poco factibles para mejorar las arcas públicas y la economía española.

De hecho, consideran que las recetas para aliviar la situación española, y combatir la desaceleración económica ya presente en España – las previsiones de crecimiento del PIB para este año han descendido al 2,1 por ciento – pasan por la moderación en el gasto y una inversión, también moderada, en I+D+i que permita incrementar la productividad de la economía nacional.

“Es necesaria una política que incentive la I+D+i en nuestro país y que mejore la productividad, de manera que España pueda reducir la brecha que le separa en esta cuestión respecto a Europa. Las inversiones públicas, a día de hoy, son insuficientes para ello”, opina Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas.

Aunque este impulso a la innovación aparece todos los programas electorales, en las más diversas fórmulas, el partido que más hincapié ha hecho en ello ha sido Ciudadanos, con propuestas como una fiscalidad casi nula a las start up de nuevo cuño y tecnológicas durante los primeros dos años tras su nacimiento.

Por otro lado, “va a ser imposible abordar el próximo ciclo económico de desaceleración si no se adoptan medidas anticíclicas, y por lo pronto lo más grueso que se escucha son propuestas cíclica”, lamenta Pedraza, quien teme el efecto de este escenario en campo del déficit y la deuda pública.

Este es el otro gran pesar de los expertos: la escasez de medidas realistas con la intencionalidad de combatir el déficit y la deuda pública. “Esto no se puede resolver con el crecimiento del empleo, más impuestos o menos gasto”, denuncia el economista Carlos Díez, quien considera que va a ser imposible abordar el problema si no hay subidas de impuestos, aunque estas deben ser moderadas.

De lo general a lo concreto

Hecha otra lectura de la opinión de nuestros expertos, otra de las líneas barajadas es la concreción de los proyectos esbozados. Desde ese punto de vista, Miguel Ángel Bernal y Javier Santacruz coinciden ambos en que son los programas de Ciudadanos y Vox los que más bajan al detalle de las medidas. Lo valoran cuando se refieren a la mochila austriaca, a la rebaja fiscal moderada de la formación naranja o cuando aluden a la rebaja de la estructura del Estado, con ejemplos como la privatización de Aena y de las televisiones autonómicas, frente las vaguedades del resto de partidos políticos.

Poco factibles les parecen a Bernal y a Santacruz la manera de abordar las pensiones por parte de los formaciones que aspiran a alojarse en la Moncloa. Para Bernal, profesor de Estudios Financieros, todos y cada uno de los planteamientos son absolutamente inviables, tanto como decir que hay que meter en la Constitución la garantía de las pensiones, una acción que ya está incluida en la Carta Magna, precisa. Además, opina que ligar esta prestación al IPC es un auténtico error, porque el sistema está al borde la quiebra.

Para Santacruz, investigador principal de Civismo, casi todos los programas, quitando los de Vox y en parte el de Ciudadanos, no son factibles. El resto parten de planteamientos inalcanzables, teniendo en cuenta que no pueden ir subiéndose las pensiones con el actual sistema y es por tanto necesario recuperar el factor de sostenibilidad de 2013.

Por otro lado, la oferta impositiva produce confusión. Unos, porque prometen rebajas fiscales masivas –siendo estos partidarios de rebajas moderadas– sin explicar cómo en tiempos de desaceleración se puede poner en marcha una política de este tipo, si la recaudación no tendría su reflejo positiva a corto plazo. Sostienen los economistas que de ejecutarse una revolución fiscal como la que plantea el PP, hay que esperar a un ciclo de la economía en crecimiento, pero sobre todo, antes, hay que actuar con un recorte real del gasto público.

Tanto Bernal como Santacruz subrayan la inasequible política fiscal de Unidas Podemos, hecha sobre un cálculo que muy poco tiene que ver con el rigor político. Los dos especialistas observan grandes coincidencias, además, con el programa socialista. Partiendo de la política fiscal, no alcanzan a ver la eficacia de la recaudación de los impuestos planteados, especialmente cuando cargan sobre las rentas altas como receta, sobre todo porque en España no existen demasiadas rentas de estas características, y son movibles.

Por otro lado, todos aplauden y avalan la eliminación del impuesto de Sucesiones y Donaciones de PP, Ciudadanos y Vox, así como la supresión también de los de Patrimonio y Actos Jurídicos Documentales (AJD).

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