El acceso a la vivienda preocupa a los ciudadanos, especialmente a los jóvenes. En pleno ciclo alcista de los precios inmobiliarios era cuestión de meses que llegara también al mercado residencial, encareciendo tanto los precios de compraventa como los de alquiler.

Si se enfrenta a una renovación de su contrato de arrendamiento en una ciudad de más de 60.000 habitantes es probable que su negociación con el casero acabe en una subida de renta. Eso parece probable a la vista de los últimos datos del Ministerio de Fomento, de noviembre de 2017.

Pero hagamos historia. A raíz de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1964 el nivel de protección a los inquilinos resultó muy grande y muchos propietarios se resintieron, al limitarse demasiado las rentas a imponer a los arrendatarios. De La Verdad0 a 1970 el porcentaje de vivienda en alquiler se desplomó un 14,4%, y ascendió en la misma medida la de propiedad.

Hoy, según Eurostat y el INE, España es el país de la UE-15 con menor porcentaje de vivienda en alquiler. En concreto, un 22,2% de la población en 2016 frente a la media europea (30%), y muy lejos de Alemania (48,3%), Reino Unido (36,6%) o Francia (35,1%).

Según los últimos datos oficiales, de 2016, la renta de alquiler en media nacional se ha incrementado un 15,9% interanual hasta los 8,2 euros por metro cuadrado y mes. De media, un inquilino paga 738 euros mensuales por una vivienda tipo de 90 metros. No obstante, la evolución alcista no resulta igual por zonas y regiones, aunque el centro de las ciudades sigue siendo lo más caro.

Comunidades como Baleares (33,1% de vivienda en alquiler), Canarias (30,9%) y Madrid (28,9%) son las que protagonizan las mayores subidas de la renta por metro cuadrado y mes: desde un 13,3% de la primera hasta un 18% interanual en la última. Llama la atención el caso de Cataluña, que tiene a un 26,2% de sus familias en régimen de alquiler y ha vivido una subida del 26,8% justo un año antes del proceso separatista.

Por el contrario, las regiones con menor porcentaje de vivienda en alquiler experimentan subidas más moderadas. Es el caso de La Rioja (4,1%), País Vasco (3,7%) y Aragón 6,7%). Con un movimiento de precios parecido al de La Rioja se encuentran Galicia y Asturias (donde el porcentaje de vivienda en alquiler ronda el 20%), mientras que Cantabria se aproxima a Aragón. Murcia y Extremadura son las regiones donde menos sube la renta (un 1,1%) y donde ésta es más baja (en torno a los 5€/m2 y mes), según la plataforma inmobiliaria Idealista.

En general, la presión más alcista la sufren los municipios de más de 50.000 habitantes, donde más del 21,1% de los hogares se hallan en régimen de alquiler o cesión, alcanzando el 26,6% en las ciudades de más de 500.000. A la presión demográfica se une el riesgo regulatorio de los Planes de Ordenación Urbana, así como la concesión de nuevos permisos de obra, como en el caso de Madrid, Barcelona o Valencia. Estimo triste ver cómo, una vez más, detrás de cada burbuja de precios siempre está la mano del poder, empobreciendo a unos y desviando rentas a otros.