Inteligencia exportadora
1 de marzo de 2015
Por admin

Esta semana el Gobierno ha presumido en varias ocasiones de haber evitado el rescate, aunque apenas indica cómo lo ha conseguido. Quizá la razón de no querer explicitar el motivo del éxito es que lo comparte con las empresas. Cuando el Ejecutivo redujo los costes salariales, las compañías se dieron cuenta que tenían que aprovecharlo para bajar los precios de sus productos y ser así más agresivos en sus exportaciones, o de lo contrario no sobrevivirían.

El hecho determinante que evitó el rescate fue el impresionante esfuerzo exportador de mercancías. Entre el 2009 y el 2014, las ventas al exterior aumentaron un 50%, introduciendo 80.000 millones más en la economía española. Este flujo de divisas ha sido vital, pero no podemos caer en la complacencia. Primero, porque los ritmos de crecimiento se han frenado hasta el 2,5% y hay varias regiones en negativo; segundo, porque algunas quedan muy por detrás de la media; y tercero, porque al afianzarse la recuperación las compras al exterior aumentaron un 5,7% respecto al 2013, tras tres años en retroceso.

Al revisar el ranking, nos encontramos con regiones que mantienen una pujanza exportadora cercana a la de Alemania, cuyas ventas al exterior rozan el 40% del PIB. En esta posición se encuentran Navarra (el 46,1% del PIB), Murcia (38,4%) y País Vasco (35,1%). Sin embargo, debemos reconocer que las ventas germanas al exterior son más sostenibles por su apuesta decidida por el I+D+i y por centrarse en productos de alto valor añadido. Exportar por ofrecer una mayor ventaja tecnológica es mejor que hacerlo por precio.

En segundo lugar aparecen regiones con cierta fuerza en los mercados exteriores. Galicia (donde las ventas al exterior suponen el 32,4% de toda la actividad económica), Cataluña (30,5%), Aragón (28,4%), Comunidad Valenciana (25,5%) y Castilla y León (23,7%) ocupan esas posiciones. Se trata, en líneas generales, de comunidades con una apreciable presencia exportadora, pero que todavía tienen mucho potencial por desarrollar. De hecho, de estas regiones, sólo Galicia se resiente ligeramente (cae un 3,2%), mientras que el resto se elevan en tasas que van del 3,1% al 8,1%.

A continuación, contemplamos las CC AA con menor dinamismo exportador que la media, aunque todavía cerca de ella. En esta zona de la tabla se encuentran La Rioja y Cantabria (las exportaciones alcanzan el 21,7% del PIB en ambos casos), Andalucía (18,3%) y Asturias (18%). De nuevo, todas ellas se encuentran en crecimiento, a excepción de Andalucía que queda por debajo de la media. Finalmente se sitúan aquellas regiones con un mínimo componente exportador de productos. Son los casos de Madrid (un 14,3% del PIB), Castilla-La Mancha (13,9%), Extremadura (9,9%), Canarias (5,9%) y Baleares (3,7%).

Fuente: Vocento

Es cierto que las dos últimas no tienen un problema real, ya que sus ventas al exterior se efectúan en forma de turismo, y que Madrid vive de exportar servicios y no mercancías. Por el contrario, Extremadura se encuentra en la pésima situación. En lugar de atraer inversores para actividades que propicien las exportaciones, prefieren ostentar el triste récord de ser la comunidad con mayor índice de empleados públicos (un 8% de los habitantes), agravado por mostrar el menor número de empleados por cada 100 adultos (un 38,7%). Castilla-La Mancha tampoco está bien posicionada y debiera de aprender de Castilla y León, que ha conseguido ser un referente internacional de calidad en sus marcas de vino.

Aunque no hay recetas universales para exportar, porque las potencialidades autonómicas son muy diversas, la claves para triunfar en el largo plazo son siempre las mismas: anticiparse en la innovación, mejorar el valor añadido y hacerlo a un coste razonable. 

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