El turismo pierde 106.000 millones de facturación: ¿para cuándo medidas serias para el sector, señor Sánchez?
2 de abril de 2021

Desde la contratación de personalidades como el tenista Roger Federer para promocionar los viajes a Suiza, hasta los avisos del ministro británico de turismo en los que recomienda a los ciudadanos planificar sus vacaciones sin salir del país, las propuestas turísticas empiezan a asomar en los espacios publicitarios, a la vez que los países comienzan a prepararse para recuperar uno de los sectores más dañados por la crisis económica. Hablamos de un sector que, representando cerca del 13% del PIB español, en 2020 ha concentrado únicamente el 4,3% del PIB.

Los datos que ofrece Exceltur, la alianza para la excelencia turística, muestran que la actividad turística en España durante el pasado ejercicio registró descensos muy acusados, nunca vistos en el país. La caída de la actividad económica, en millones de euros, asciende hasta los 106.000 millones. Este indicador muestra la realidad de un sector que ha registrado una variación negativa del 90% en la llegada de turistas extranjeros, los que más contribuyen con nuestra economía, así como una reducción de los ingresos, con caídas que ascienden por encima de los 55.000 millones respecto a años como el pasado. Una caída sin precedentes y que deja al sector herido de muerte.

En este sentido, las consecuencias que ha vivido este sector en España han provocado que este sector destaque negativamente en los principales indicadores. Hablamos de que esta situación de inactividad provocó que el 56% de los ERTE en el país se concentrasen en este sector. Asimismo, debemos tener en cuenta que el 85% de la contracción que ha sufrido la afiliación en el país también se debe a esa inactividad en el sector turístico. Y a todo ello, debemos sumarle que el 65% de los empleos destruidos por el coronavirus en verano, y el 78% del destruido en navidades, se encuentran ligados a este sector.

Más de 728.000 trabajadores de las distintas ramas del sector se han visto afectados en diciembre por la falta de trabajo. Además, si desagregamos las empresas en situación de quiebra por sectores, el 45% de las compañías que se encuentran ligadas a la hostelería, así como aquellas relacionadas con el turismo y la gastronomía, se encuentra en esa situación. Hablamos de un sector que se ha mostrado más afectado que el resto.

Falta de ayudas

Porque España, a diferencia de otras economías, sigue sin concretar las ayudas y sin atender a este sector. Un sector al que, incluso, se ha ninguneado.

Con estos datos en la mano, debemos saber que la economía española es una economía muy dependiente del sector turístico. A nivel nacional, el turismo representa cerca del 13% del PIB, así como el 14% del empleo. Autonomías como Baleares o Canarias presentan una dependencia de hasta el 50% del PIB en algunos casos. Esta dependencia ha provocado que las pérdidas que registra el sector asciendan por encima del cómputo de pérdidas que suman Italia y Francia incluso. Y es que, cerca de un tercio de la contracción que registra la economía española el pasado año se encuentra explicada por la caída que ha experimentado este mismo sector a lo largo del año.

Es preciso atender a un sector como el del turismo en nuestro país. Esa dependencia que presenta el país nos ha llevado a una situación en la que las cifras nos sitúan en peor posición que al resto de economías en el mundo. Y ello, en un escenario en el que la dependencia se ve complementada con una extensión de las restricciones por la presencia del virus hasta llegado el verano, la cual podría agravar aún más las pérdidas tanto para el propio sector como para el país. Pues la incapacidad de reanudar la actividad económica, ante semejante dependencia, nos sitúan en un escenario complicado para recuperarnos.

Los datos hablan por sí solos. Las pérdidas que presenta el sector turístico son muy abultadas, y ello, teniendo en cuenta el peso de este en el PIB y en el empleo, lastra la recuperación que debe experimentar, y que tanto precisa, el país. Teniendo en cuenta que el sector no prevé recuperarse hasta el año 2024, la economía española ya puede ir pensando en ayudas para contener la destrucción, y reformas para remodelar su modelo turístico si, como en años pasados, sigue queriendo liderar este sector a nivel mundial. Pues resulta inexplicable que, siendo un país que destaca en este sector en especial, sigamos permitiendo esta sangría que reflejan los datos. Y ello, ante la impasible mirada de una clase política que está más centrado en la campaña electoral que en la recuperación.

Publicaciones relacionadas