El oscuro futuro del turismo: la crisis del covid-19 prolonga hasta 2024 la recuperación del sector
13 de septiembre de 2020

La incertidumbre generada por la pandemia sumada a las recomendaciones y restricciones de algunos países han generado una situación extraordinaria para muchos sectores de la economía. El turismo es uno de los sectores más afectados por el impacto del covid-19, por lo que la incapacidad de anticiparse a los rebrotes y las medidas gubernamentales ralentizarán una recuperación que se prevé para 2024.

Cuando uno se para a analizar la magnitud del seísmo que ha supuesto la oleada de covid-19 en el planeta, pocos se muestran impasibles ante el escenario observado durante estos meses.

Ante una pandemia que no encuentra precedentes en nuestra historia reciente, la economía y la sociedad en general se han visto profundamente afectadas debido a la incapacidad de anticiparse, así como por la falta de previsión que les dejaba incapacitados para controlar semejante suceso.

Y es que, ante lo que se presentaba como un auténtico ‘cisne negro’, la aleatoriedad de la pandemia- cuya predicción solo estaba al alcance de los más dignos futurólogos de nuestro planeta- incapacitaba la realización de cualquier hipótesis que permitiese anticiparse en la aplicación de medidas para moderar, o limitar, el impacto de esta severa crisis.

Por otro lado, debemos saber que estamos ante una crisis que, debido a su naturaleza y su comportamiento, ha provocado que pocos sectores salgan airosos de semejante contexto, dada la obligación de cumplir con unas medidas de distanciamiento social que, ante la elevada tasa de contagio que presentaba dicho virus, trataban de contener los brotes.

Tras la primera oleada, los rebrotes seguían apareciendo en los distintos territorios afectados, amenazando una reactivación económica que sigue sin materializarse, como reflejan los datos de consumo y producción.

Y es que, ante una oleada de contagios que no dejaban de sucederse y en un escenario en el que la incertidumbre impedía la asunción de riesgos, la herramienta adoptada para contener dicha pandemia se basó en el confinamiento absoluto de la ciudadanía, provocando el distanciamiento social en los distintos países afectados.

Impacto de las medidas

Un confinamiento que, en el caso de darse nuevos rebrotes y tener que aplicarlo- tal y como ya ha anunciado la OCDE-, dejaría a la economía española como la más dañada.

Estas medidas para contener el virus y paralizar su extensión por el planeta, provocaron en la economía lo que se conoce como un shock de oferta que obstaculizó la actividad económica en los países en los que se iban aplicando las medidas para frenar la expansión de la pandemia.

Una paralización forzosa que, de la misma forma que preveía contener la pandemia, lastró duramente la economía. Todo ello, llevando a dichas economías a registrar descensos históricos en su PIB, teniendo en cuenta que la producción es una de las variables mas representativas de dicho indicador.

Muchos países tuvieron que renunciar a esta producción para frenar la oleada de contagios. Las pérdidas a las que hacemos referencia han tenido un gran impacto en muchos sectores. Sin embargo, todos los estudios que se han ido realizando hasta el día de hoy recogen un impacto asimétrico en los distintos sectores.

La digitalización y la capacidad de adaptarse a la “nueva normalidad” jugaron un papel esencial en estos sectores. Ya que, la capacidad de digitalizarse permitió la reapertura de determinados sectores de manera online, el no contar con ella, obstaculizó gravemente el desarrollo de la actividad de otros. Todo ello, dejándonos en una situación en la que, al establecer hipótesis y reflexiones sobre el futuro de esta nueva normalidad, muchos sectores podrían estar su extinción.

Impacto en el turismo

Entre estos sectores, podríamos destacar el sector turístico. Un sector que, ante las cifras que muestra la pandemia, se encuentra al borde del colapso económico. Y es que, esas medidas de distanciamiento social es lo peor que podía pasarle al sector turístico.

Pues, ante el miedo de que se den rebrotes, las medidas de distanciamiento que aplica el gobierno y la propia inseguridad generada para los usuarios, pese a la reactivación prevista para la economía en los próximos meses, tienen como consecuencia un sector que sigue sin ver la luz al final del túnel, lo que lleva a la patronal hostelera a prever una recuperación que no se materializaría hasta el año 2024.

Unos datos que asustan a cualquier interesado en el sector, pues podríamos decir que estamos ante un escenario insólito en el que se han ido dando todas las condiciones para dañar al turismo que, como acusan todos los informes al respecto, presenta debilidades que podrían provocar un deterioro mucho mayor de lo esperado.

De acuerdo con los últimos informes del Banco de España, el deterioro que presenta la economía española, con una previsión en la contracción de un 57% para el cierre de año, quedaría justificado por impacto negativo del turismo que lidera la destrucción de empleo en el país, por encima del resto.

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